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Lo que propongo aquí es un motivo, y razones, para que nuestro mapa de la realidad sea preciso, útil, y defendible.1 |
Punto de partida
Interactuamos con nuestro entorno, lo que nos permite adquirir experiencias al respecto.2 Así, formamos representaciones internas sobre nuestro entorno, o ideas sobre “la realidad” si se prefiere.3 Más aún, podemos compartir nuestras experiencias e ideas. Cabe distinguir entre el entorno fuera e independiente del sujeto, y sus ideas al respecto.
Si realmente creemos que una idea es verdadera, entonces nos disponemos a actuar sobre ella, conforme a nuestros deseos. Las ideas que creemos ser verdaderas son como las cosas que figuran en un mapa. Así como un mapa nos orienta para movernos, nuestras creencias nos orientan para movernos en el mundo.
Un mapa más preciso
Los mapas más precisos y fiables se examinan y se actualizan constantemente.4 De esta manera, nos sirven de guía certera para nuestros destinos deseados. Asimismo, si examinamos y actualizamos nuestras creencias para maximizar las verdaderas respecto a las falsas, servirán de guía más certera para nuestras acciones.5
Podemos acordar en los hechos observados. Nos proporcionan una base sólida para el entendimiento común. Si bien nuestro mapa se ajusta a ellos, entonces es siempre actualizable a la luz de nuevos hechos observados. Así, nuestro mapa es aproximado y provisional, pero cada vez más preciso y más adecuado para actuar inteligentemente.
Las ciencias experimentales establecidas investigan nuestro entorno.6 Sus métodos han demostrado ser de los más rigurosos para comprenderlo.7 Por eso, nuestro mapa de la realidad debería ser al menos coherente con el conocimiento derivado de los métodos de las ciencias experimentales sobre nuestro entorno.8
El alcance de lo físico
Las cosas, sus propiedades y estados, conocidos con rigor epistémico, son descriptibles en términos físicos. Podemos llamar este conjunto cambiante de conocimientos objetivos de la realidad “lo físico”.9 El alcance de lo físico es cada vez más amplio.
Lo físico alcanza lo vivo por su papel fundamental en ello. La vida de un organismo depende de los procesos biológicos que se realizan en él, como el metabolismo. Una vida individual depende de un correspondiente organismo viviente físico.
Lo físico también alcanza la mente. A primera vista, las experiencias subjetivas y el pensamiento parecen ser fenómenos inmateriales: no ocupan el espacio como lo hace un objeto tangible. Pero resulta una relación de dependencia con lo físico.
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Cuanto más se investigan las actividades mentales, tanto más nos damos cuenta de que se corresponden estrechamente con las actividades cerebrales.10 Tanto es así que se infiere que se realizan en la compleja circuitería neuronal del cerebro.11 Ya no cabe duda que una mente depende de un cerebro en funcionamiento.12
¿Mentes incorpóreas?
La sensación visceral de una presencia intencional y oculta es común. La correspondiente circuitería cerebral que origina tales sensaciones nos mantiene atentos a posibles peligros, como un depredador. Pero a menudo genera falsas alarmas.13
Antiguamente, la idea de una mente incorpórea, como espectros, fantasmas, espíritus, o almas inmateriales y separados del cuerpo, pudo haber tenido una probabilidad previa de cincuenta por ciento, dado lo poco que se sabía entonces al respecto.
Entendiblemente, la idea de una mente incorpórea sigue en el imaginario popular. Pero dado todo lo que sabemos con rigor al respecto, su probabilidad previa se acerca cada vez más al cero por ciento.14 Por lo tanto, la correspondiente carga de la prueba es muy pesada.15
Cabe señalar que la idea de una mente incorpórea puede ser sometida a pruebas rigurosas.16 Pero hasta el momento, no supera la prueba experimental. No es una idea objetivamente defendible. Ante la casi nula plausibilidad, y la falta de pruebas, las mentes incorpóreas no deberían figurar en nuestro mapa de la realidad.
El meollo del asunto
¿Qué cosas deberían figurar en nuestro mapa de la realidad? Para navegar y desenvolvernos inteligentemente en el mundo, alcanzan las cosas que sabemos que existen: las cosas físicas, y las cosas que han demostrado depender de éstas.
En resumen, los hechos conocidos son hechos físicos, o dependen de los hechos físicos.17 A la inversa, no se conoce ningún ejemplo concreto de un hecho que no sea físico, o no dependa de un hecho físico.18
Es más, tenemos la firme expectativa de que en el futuro los hechos conocidos también serán hechos físicos, o dependerán de los hechos físicos.19
Justificación
Este razonamiento inductivo se apoya en nuestros conocimientos al respecto que apuntan al mismo lado. La inducción, a su vez, se justifica por su fiabilidad demostrada20, y por su coherencia externa con el grueso de conocimientos de trasfondo.21
Un mapa fisicalista de la realidad, basado sólo en los hechos conocidos, es económico.22 Significativamente, resulta más probable que los mapas con cosas innecesarias.23
Felizmente, un mapa fisicalista de la realidad, unificado en un solo plano físico, resulta más útil para navegar e interactuar con nuestro entorno que los mapas con cosas no corroboradas que nos pueden complicar. Permite desenvolvernos más eficazmente en el mundo.
borrador al 1 ago., 2021. Para revisión crítica. Carmen Chase
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Notas
1. No propongo una doctrina ontológica, ni una gran cosmovisión. Más bien abogo por el rigor epistémico, lo que inclina a una metodología “materialista”, y conduce a un mapa fisicalista de la realidad. Para un repaso analítico de formulaciones fisicalistas, ver “Recent Work on Physicalism”, Justin Tiehen.
2. Actuamos bajo un “realismo hipotético” (Lorenz, Popper, Vollmer). De nuestras interacciones con el entorno, inferimos que existe alguna realidad externa de fondo, independientemente de sujeto. Tomamos esta inferencia a la mejor explicación como punto de partida, al menos en la práctica.
3. La formación de representaciones mentales de nuestro entorno externo no excluye la formación de representaciones mentales de otras representaciones mentales, ni de representaciones mentales de la propia manipulación y administración de las representaciones mentales, ni de nuestras representaciones mentales de nuestras cavilaciones y abstracciones, etc. Ver por ej. “Consciousness and the Social Brain”, Michael Graziano, (Oxford University Press, 2013).
4. La razón es que los mapas basados en continuas observaciones meticulosamente controladas, y corroboradas por diversos sujetos, tienden ser menos propensos al error que los mapas poco contrastados, o basados en otros criterios demostrablemente menos rigurosos como en la intuición ingenua, o en la fe ciega.
5. es decir examinar críticamente y filtrar las creencias para maximizar la cantidad que sean objetivamente verdaderas (por adecuación empírica y corroboración intersubjetiva) respecto a las falsas.
6. En las ciencias experimentales, todo se pone en tela de juicio. Lo que hoy es una premisa válida, mañana puede ser derribada.
7. En las ciencias experimentales, prevalece un materialismo metodológico. Sus métodos, criterios, formas de proceder y procesos se van refinando constantemente. No sólo son capaces de producir descripciones empíricamente adecuadas, sino explicaciones causales, y principios con capacidad predictiva.
8. Si actuamos en base a un mapa que contradice el conocimiento fiable sobre nuestro entorno, nos puede perjudicar.
9. En última instancia, lo físico lo define la ciencia de la física.
10. Los expertos, justo en las disciplinas y especialidades más pertinentes, consensuan cada vez más en un fisicalismo de la mente: véanse por ej. Novella, Berlin, et al. En las palabras del neurólogo Robert A. Burton, “El pensamiento incorpóreo no es una opción fisiológica.” (texto original “Disembodied thought is not a physiological option.”) de su libro “On Being Certain”, Editorial St. Martin's Griffin, NY, 2008, página 127.
11. Todo indica que las actividades cerebrales se realizan en la compleja circuitería del cerebro, que a su vez es físicamente constituida. Véase “A Physicalist Manifesto: Thoroughly Modern Materialism”, Andrew Melnyk, (Cambridge University Press, 2003). El filósofo Shoemaker lo resume así: “... el fisicalismo, podemos decir, es la visión de que todos los estados y propiedades de las cosas, de cualquier tipo, o son físicos, o físicamente realizados.” ver: “Physical Realization”, Sydney Shoemake, (Oxford University Press, 2007), p. 1. Las explicaciones realizacionistas de las propiedades y estados psicológicas resultan relativamente económicas, y encajan bien con los hechos observados.
12. La dependencia psicofísica es coherente con una explicación realizacionista de las propiedades y estados psicológicas. De hecho, todas las mentes conocidas con rigor han pertenecido a cerebros en funcionamiento. Para una discusión filosófica sobre la dependencia psicofísica, ver, por ej., “Supervenience and Mind: Selected Philosophical Essays”, Jaegwon Kim, (Cambridge University Press, 1993).
13. Para más detalles, ver “SOBRENATURAL”, por Bruce Hood, Editorial Sefirá, 2010, ISBN9789584523433 (Original: “Supersense”, Editorial Constable, 2009); también Religion Explained, Pascal Boyer, Editorial Basic Books, 2001, ISBN 0-465-00696-5.
14. Históricamente, la probabilidad previa de las ideas dualistas ha disminuido, así como la probabilidad previa de las ideas vitalistas. Véase por ej. “The Rise of Physicalism” (El surgimiento del fisicalismo), David Papineau, en “Physicalism and its Discontents” (Cambridge University Press, 2001).
15. Véase Onus Probandi.
16. Por ej., un ser querido recién fallecido que ha resuelto comunicarse con sus queridos seres vivientes, podría hacer constar su presencia, o al menos dar una información que prueba que su mente persiste sin un cerebro que funciona. Véase por ej. “The Soul Fallacy” (la falacia del alma), Julien Musolino, (Prometheus Books, 2015).
17. Esta humilde formulación está inspirada en el fisicalismo mínimo planteado por Taeryang Kim, que se resume en la frase “todos los hechos son hechos físicos, o al menos supervienen de los hechos físicos.” (en las palabras de Kim: “... all the facts are physical facts, or at least supervene on the physical facts.” ver “In Defense of A Posteriori Minimal Physicalism”, Taeryang Kim (University of Rochester, N.Y. 2011), sección 1.1
18. Un sinfín en aumento exponencial, contra cero. La inducción enumerativa da un apoyo parcial al fisicalismo. Ver “A Physicalist Manifesto: Thoroughly Modern Materialism”, Andrew Melnyk, (Cambridge University Press, 2003), capítulo 6.3
19. En la medida que los hechos futuros son conocidos con rigor (como objetivamente verdaderos) por los métodos de las ciencias experimentales, éstos terminarán siendo físicos, o al menos dependerán de lo físico. De esta forma, crece el “dominio de lo físico”. Papineau defiende un fisicalismo causal, argumentando que todo lo que interactúa causalmente con el mundo físico es físico. Ver “The Rise of Physicalism”, Papineau, página 11, capítulo de “Physicalism and Its Discontents”, Cambridge University Press, 2001. Un cauto cierre causal, que incluye las relaciones causa-efecto probabilísticas, es empíricamente adecuado.
20. En la medida que los procesos inductivos resultan conducir fiablemente a conclusiones generalmente acertadas, se justifica usarlos. Alvin Goldman, resume su fiabilismo original así: “el estado justificativo de una creencia es una función de la fiabilidad del proceso, o los procesos, que la causan...” Véase “What Is Justified Belief?” en Epistemic Justification, 1979, p. 95.
21. J. S. Mill ofrece una defensa coherentista de la inferencia inductiva en “Sistema de Lógica, Inductiva y Deductiva”, Capítulo IV, De las Leyes de la Naturaleza.
22. El principio de parsimonia señala el camino general más directo para llegar a una explicación acertada: minimiza la cantidad de retiradas en la trayectoria total. Por eso, entre explicaciones rivales que tienen la misma capacidad explicativa y predictiva, se favorece la más económica –con sólo la cantidad justa y necesaria de entidades fundamentales, entidades causantes, conceptos, principios, coeficientes, etc. Véase el principio de parsimonia, o “la navaja de Ockham”.
23. Para una justificación teórica del principio de parsimonia, véase “Sharpening Ockham's Razor on a Bayesian Strop”, (Afilando la navaja de Ockham en un cuero asentador de navajas bayesiano) por William H. Jefferys y James O. Berger en Technical Report #91-44 C, Department of Statistics, Purdue University, agosto 1991, y también“Ockham’s Razor: A New Justification”, Project Web Page, accedido 16 nov. 2010. Para un análisis de los procesos abductivos, (la inferencia a la mejor explicación), y su relación a la teoría bayesiana, ver “Inference to the Best Explanation”, 2nd Ed., Peter Lipton, (Routledge, 2004).
Diagrama de Venn simplificado de un fisicalismo mínimo .pdf imprimible |
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